domingo, 6 de julio de 2008

Sensei, Lícodo y Márquita llegan a la guarida



El golpe de la criatura de roca levantó un montón de nieve. Por un momento Lícodo pensó que Sensei y Márquida habían muerto sepultados, pero entre la nieve se vió la mano de Márquida y junto a ella Sensei. Lícodo, enseguida acudió en su ayuda, pero aun tenían un problema.

O mejor dicho, dos problemas. La criatura de agua se descongeló y se dirigía hacia ellos.

Los poderes de Sensei son demasiados. Pero si la criatura de agua y la criatura de roca llegan a unirse, el poder combinado de ambas sería superior al de Sensei.


* * *

Mientras tanto, yo estaba indefenso ante el Rey del Calor y Mancha Negra, quienes estaban a punto de meterme a la cámara de torturas que ya tenía incluidas todas las armas. Cuando me iban a meter a la cámara yo me resistí, hasta que uno de sus esbirros me empujó y no pude evitar entrar. La cámara se activó y empezó a torturarme.


* * *

Sensei, mientras tanto, se dio cuenta de que yo estaba en problemas y les dijo a Lícodo y Márquida que era preciso dirigirse en mi ayuda, a lo que Lícodo respondió:

—Si nos vamos, las criaturas se unirán.

—Tranquilo Lícodo —respondió Sensei—, si destruimos a las demás criaturas, estas se destruirán también.

En eso Sensei abrió un portal hasta el escondite del Rey del Calor y Mancha Negra y, cuando entraron, notaron que yo estaba en una extraña cámara. En eso el Rey del Calor les dijo:

—Veo que les atrae mi más siniestra arma. Yo la llamo la cámara de tortura.

Mis amigos empezaron a atacar al Rey del Calor y a Mancha Negra, pero Lícodo se dio cuenta de algo más. Yo me veía debilitado. Lícodo iba a romper el vidrio a través del cual me veía pero Sensei lo detuvo.

—¡No Lícodo! —le gritó—, una vez estuve en el ejército y sé que es lo que hace esta cámara. Te debilita hasta el borde de la muerte y te cura antes de morir, lo suficiente como para que sigas sufriendo por mucho tiempo. Así que lo mejor es sacarlo cuando la cámara lo haya curado porque de lo contrario saldrá demasiado débil como para pelear. Y aquí necesitamos ayuda.

Lícodo observó el dial que estaba junto a la entrada de la cámara de tortura y notó que faltaba mucho para iniciar el proceso de curación.

—Sin Tecólido estamos perdidos —exclamó Lícodo—

—¡Oigan! ¿Podrian ayudarme? —gritó Márquida

Luego Lícodo congeló al Rey Del Calor y sólo quedaba Mancha Negra.

Pero para derrotarlo me nesecitaban.

continuara...

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